Esta dinámica, que no hace más que incrementar el grado de movilidad del individuo en la ciudad contemporánea, se abordará a partir de paradigmas como The Rolling House y The Rolling Society, desarrollados por el arquitecto Andrés Jaque. En este sentido, la vivienda, lejos de ser
aquel espacio identitario asociado al hogar familiar, se consolida hoy como un espacio de uso temporal compartido por individuos con frágiles vínculos interpersonales. En este marco, la mudanza, el traslado físico y psicológico a una nueva vivienda, deviene capitalizada por un mercado especializado en la gestión de una provisionalidad permanente.
Este contexto provoca el desarrollo de una diversificada industria transestética que comercializa productos y servicios con un valor de uso bien definido: desde los habitáculos de Haibu 4.0, pasando por los trasteros de Bluespace, hasta la colección Ombyte de IKEA, un nuevo set de carretillas y cajas de cartón de diseño para afrontar la próxima mudanza. Así, el proyecto propone una investigación en la que confluyan la reflexión sobre las maneras de habitar el taller de La Escocesa y la creación de estructuras a partir del hackeo de materiales comercializados por estas empresas, para problematizar un proceso de bunkerización que proyecta el cuerpo como mercancía.